Garlix Rossell Luka Admin
Mensajes : 58 Fecha de inscripción : 03/09/2011 Edad : 33 Localización : debajo de las escaleras
| Tema: Historia sin título y sin terminar xD Miér Sep 07, 2011 11:11 am | |
| Hola foreros bueno les dejo esta historia que comienzo a escribir, para que me dejen sus criticas :3 constructivas claro ¬¬ xDY ahí estaba yo bajo el paraguas protegiéndome de la lluvia –bonito día que elegí- dije levemente, con mis maletas en mano, vestida decentemente, o eso es lo que pensaba, portaba un pantalón de mezclilla, una blusa con estampado que decía I LOVE NERDS, tenis y sobre todo muchas ganas de verlo… me encontraba parada frente a esa gran casa color amarillo y bordes amarillo huevo, puerta de madera con grandes ventanas y un hermoso jardín lleno de bellas rosas, esperen… ¿color amarillo huevo? Pff.. -¿Quien pinta su casa color amarillo huevo en estos tiempos?- pensé con una sonrisa burlona; aún con mi risa en la cara me dirigí hacía esa gran puerta, deje las maletas a un lado para que la lluvia no las llegase a mojar, mis pies temblaban haciéndome parecer una vil ebria, que importaba ya estaba ahí, y al fin nos veríamos, pero mi miedo pudo más que yo, fue entonces que tome mis maletas, salí corriendo, llame un taxi, regrese hacía la central, tomé el primer autobús y regrese a mi casa… já sonreí, eso lo hizo mi mente yo aún me encontraba frente a esa casa temblorosa, aún así, llame -¿Quién?- escuche decir desde adentro, me quedé paralizada, estaba en shock, no supe que contestar ahora ya no solo mis pies temblaban mi alma y mi corazón lo hacían, solo callé, no sabría que contestar cuándo estuviera frente a mi -¿Quién?- volvió a preguntar, –so..so..soy.. yo.. ¡¡soy yo!!- tartamudee, acto seguido sentí un gran zape, -¡¡de verdad que eres una tarada!!, ¡¡como va a saber quien es yo!!- me reclamó mi subconsciente -¡¡Rayos!! Es verdad que tarada soy, además que mi voz fue tan baja que de seguro por la lluvia no la logró escuchar- pensé, y me di un pequeño golpe en la frente, fue entonces cuando mis recuerdos de la época escolar llegaron a mí, recuerdo la burla de mis compañeros hacía lo aguda que era mi voz y que ningún profesor lograba escucharme cuando le llamaba, -¡¡Idiota!! Que esperas, llama de vuelta a la puerta!!- de nuevo mi subconsciente gritaba, -pero que distraída ando hoy- dije, tocándome mi nuca sonriendo levemente; bajé el brazo y me paré firme como si fuese a reclamarle al vecino por que su gato había pasado a mi casa una noche anterior a comerse mi atún, volteé hacía la calle y vi que estaban observándome algunas personas que pasaban y se quedaban un poco a ver el espectáculo – aun y con la lluvia se detienen a ver mi penoso acto, que personas tan chismosas- dije en voz alta… ¿en voz alta? Já nadie me escucho, por suerte, dirigí mi mirada de nuevo a esa puerta de madera donde estaba tallado un pavorreal que apenas había notado, -que hermoso- y comencé a dibujar con mi dedo la silueta de aquel ave, -¡¡Dios, que estoy haciendo¡¡- susurre y me di una leve cachetada para poder “reaccionar”, nuevamente toque la puerta -¡¡maldición!!- proclamó la persona dentro de la casa lo escuche tan cerca que pensé que estaría observándome también desde hace un tiempo, al escucharlo dirigirse hacia la puerta, y ver la manija rodar, mis ojos se abrieron tanto que pensé se saldrían de su orbita – ¿que diré?, ¿que diré?- caminaba de un lado a otro preguntándome -¡¡¿Qué demonios diré?!!- y al fin la gran puerta se abrió, quedé inmóvil, a excepción de mis ojos… entonces te vi, de abajo hacia arriba, eras tú, no lo podía creer, realmente eras tú como siempre te había imaginado, portabas un pantalón de mezclilla, una polo lisa y tus simples tenis, ¿simples? ¿Acaso dije simples? Pff… nada de ti es simple es genial, estabas tan alto, tan elegante, tan guapísimo… sí eras tú, me quedé como piedra no sabía si me habías logrado reconocer, bajé la mirada cuando me empezaste a observar sintiendo un poco de pena al pensar que me mirabas atentamente, - te estaba esperando- replico; mi corazón estaba al mil, lo había hecho, me había reconocido ¿ahora que hago?, ¿que digo? Las preguntas me atosigaban en mi mente -¿En verdad ya me estabas esperando?- pregunte con mi cabeza mirando al piso ¡¿Por qué miraba al piso?! ¡¿Por qué no volteaba a ver su cara?! ¡¿Por qué pregunte eso?!–¡claro!, tengo una hora esperándote,- dijo en tono animado, ¿una hora? ¿Cómo sabía que llegaría hoy? ¿Por qué… y sus palabras siguientes interrumpieron mis pensamientos – Eres la chica de la lavandería, ¿cierto? Llame desde hace una hora y apenas llegas- y solo sentí que me habían golpeado tan fuerte que deje de respirar… -¿Cómo? ¿La chica de la lavandería? ¡¡Noo!! Esa no soy yo- me dije a mis adentros, no pude alzar la mirada, mi corazón se había detenido, se partió en dos en ese mismo instante, solo asentí con la cabeza -¡¡ de verdad que eres una bruta!!, dile quien eres- mi subconsciente me atacaba de nuevo, -¡¡calla!!- le grité, -no sabes nada-, mis ojos empezaron a verse borrosos, solo mire que él adentro a la casa, aunque mis ojos estuvieran llorosos la vi era una silueta; de verdad que ya a de estar con otra y yo trayendo mis maletas y fue entonces que deje caer mi paraguas… -¡Qué barbaridad! Volteé a mirar el cielo como si me llamará, mordí mis labios, yo de ilusa pensando que así se detendrían mis lagrimas –¡Bah! Que más da, la lluvia borrara esa mirada melancólica- pensé… -¡¡Dios!! ¿Que hago?, es mejor que me vaya- murmure comencé a caminar en dirección hacia la calle; pero sentí cuando mis pies no dieron más así que caí hincada, mis ojos comenzaron a llenarse nuevamente de aquel liquido; ya no sentí las frías gotas que descendían, –no te vayas- escuche esas palabras al momento que él me abrazaba sosteniendo mi paraguas para que no nos mojásemos, estaba asombrada, mis ojos aún con llanto no querían voltear – no me dejes- su voz era tan dulce – sabes que mi vida sin ti no tiene sentido- dijo; -¡¿Qué?! Ahora resulta que sin la chica de la lavandería su vida no tiene ningún sentido o mejor dicho ¡¡NO TIENE ROPA LIMPIA!!- ahora mi subconsciente estaba en su contra, comencé a reír ligeramente de lo que había proclamado; já -¿Por qué comienzas a decir tarugadas? Ahora si ya no me llamas idiota- le reclame, él prosiguió – Quería saber si tenias el valor de decirme quien eras, y que al momento que me dijeras ¡Aquí estoy!, he venido desde lejos a causa de este amor que siento por ti, vieras mi expresión de felicidad- mi corazón nuevamente comenzó a latir, aún con dolor estaba respirando, sin haber volteado ni haber quitado sus brazos de mi abrí mis labios para dejar salir mis palabras -¿Valor Dices?, ¿es enserio?– lo dije con voz desilusionada -¿No crees que tuve suficiente valor para venir hasta aquí aún en contra de mis padres, estar aquí plantada frente a tu casa dejando que la gente mire mi vergonzoso acto y tocar tu puerta, ¿Te dio gracia verme así? ¿De verdad no tengo valor?-, mi mirada había cambiado; lo mire con un poco de odio –A que se refería cuando dijo que quería ver si tenia valor, ¿entonces que era valor para él?- me pregunte, cuando voltee a mirar fijamente sus ojos, esos bellos ojos con los que siempre soñé contemplar y no dejar de mirarlos por mucho tiempo, y los cuales ahora solo quería que se esfumaran y me dejaran sola; él con cara de sorpresa sostuvo mi mirada, pero simplemente quedó callado, ahora el que no sabía que decir, no sé de donde salieron las fuerzas pero le grite -¡¡CONTESTA!!- de nuevo brotaron lagrimas de mis ojos, lo cuál hicieron que empezara a ver borroso aquel rostro al que contemplaba, cerré mis ojos, levante mi mano y la dirigí hacía su mejilla soltando un ¡clap! -¡¡POR DIOS!! ¿Qué hice?- me tape la boca con mi mano pensando en el cruel acto que había cometido, con el rostro de lado por el fuerte golpe que le había dado, él solo se quedo paralizado, como si no supiese hablar, observe que se quedo mirando una rosa de aquel hermoso jardín que adornaba su casa, me levante del suelo y salí corriendo en dirección hacía la calle… Abrí mis ojos, veía borroso, miré a mi costado, allí estaba sentado en una silla un chico; recargado en mi cama durmiendo, cerré de vuelta mis ojos... -¡¡¿Pero que?!!- Sobresaltada me di el sentón,-¿Dónde estoy?, ¿Qué hago aquí?- rápidamente se levanto sorprendido de mi reacción, mirándome fijamente con gran alivio comenzaron a salir lagrimas de sus ojos, y de momento me abrazo fuertemente que sentí asfixiarme –al fin despiertas amor- me susurro al oído -¿Amor? Disculpa pero no te conozco- entonces sentí como comenzó a aflojar sus brazos poco a poco, y tomándome de los hombros dijo con voz tierna –¿no sabes quien soy?- haciendo un gesto de desesperación -¡NO!, tampoco sé quien soy yo, donde estoy, que chinches hago aquí y mucho menos porque tengo estos cables- le dije alzando la voz, y tratando de quitarme aquellos enlaces hacia los aparatos que me monitoreaban, comencé a llorar como cuando tenia 8 años y mi madre me llevo a sacar un análisis de sangre, -le tengo miedo a las agujas, quítamelas por favor- le suplique, él aun teniendo lagrimas en su rostro, se quedo mirándome fijamente y pronuncio –no te preocupes todo estará bien, yo cuidare de ti hasta que te recuperes- me dijo tiernamente al tiempo que se estaba esforzando para regalarme una sonrisa, quizá pensó que eso me calmaría; prosiguió -tuviste una accidente y tal vez el golpe afecto tu cabecita, ahora vuelvo iré a pedir de comer para ti- lo note muy serio, muy desganado, muy triste, me dolía verlo así por que aun lo amaba con todas mis fuerzas… si, así es, yo estaba fingiendo que no le conocía me recosté nuevamente en aquella cama del hospital, ya estaba allí como podría salir, comencé a divagar, comencé a pensar; ¿acaso soy cruel?, ¿Por qué lo hago? Bien aunque mis ojos estaban borrosos por mis lagrimas ese día, recuerdo claramente la silueta de aquella mujer, que no pude ver su rostro o al menos escuchar su voz, lo que menos quiero es destruir su hogar que ella arduamente ha construido, no quiero ser… -Pero que infantil me saliste- mi subconsciente también había despertado, bueno le contaba mis planes era obvio que se despertara y opinara – ¿de verdad crees que se tragará ese cuento? Já, me rio en tu cara, ¿sabes? Vendrán los doctores te revisarán y dirán que estas bien; ¡¡idiota!! De verdad que lo eres- me dijo con voz enojada, -no lo creo, una vez vi una película que el chico fingía haber perdido la memoria y así dejar libre al amor de su vida y enton…-¡¡Dios, elimínala, que diga ilumínala, como pudiste Señor, que hice mal para merecer esto, explícame que no te entiendo mi Gran Pastor, ¡¡es una película niña, no es de verdad!!- pronuncio mi subconsciente con gran desilusión y un poco de furia, - ahora ya no me soportas já, lo lamento por ti pero así será hasta que muera vaya es cierto pero espero que me funcione…- lance una pequeña risa burlona Noté que él ya estaba ahí, me estaba observando -¿Cuánto tiempo ha estado allí?, ¿Cómo no escuche cuando entro?- me pregunte con asombro, poco a poco se fue acercando mas a mi hasta que nuestros rostros estaban a 5 centímetros -¿Qué hace?- pregunte pero no obtuve respuesta alguna, él seguía mirándome fijamente, después su mirada se inclino hacia mis labios, creo que mis mejillas empezaron a tomar color me sentía avergonzada que pena el pensar que mi rostro ahora mismo pareciese a un tomate, sentí cuando nuestras manos se entrelazaron, me distraje ya yo que quería ver ese acto, quería ver como se veían nuestras manos juntas, empezaba a dirigir mi mirada cuando… ¡¡me beso!! … sí, ¡¡me beso!! No podía creerlo, nuestro primer beso, estaba perpleja, no podía cerrar los ojos, se que es de mala educación mirar pero es que no podía reaccionar, lo único malo de ese encantador beso fue que fue en un hospital, me hubiera gustado que hubiese sido en un lugar donde la gran luna redonda nos iluminara, -pero que pienso ahora mismo, es hora de actuar no de pensar- dije, entonces respondí a aquel beso, el mejor de todos los besos… Bueno ¿que les parecio? comenten :3 jane~~ | |
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