Contaban que hace tiempo, cuando aún no se construía la primaria República Federal de Alemania, un circo llegó a la cuidad y se instaló donde ahora está la escuela.
En el circo trabajaban, entre muchos otros actores, un payaso y una bailarina, quienes estaban comprometidos.
Sin embargo se trataba de un matrimonio arreglado por el payaso y el padre de la bailarina, ideado así para que ella no se enamorara de alguien en los muchos lugares que visitaban, se casara y abandonara el circo.
La bella bailarina no podía soportar la idea de casarse, pues aunque el payaso estaba profundamente enamorado de ella, la chica no compartía sus sentimientos... y decidió escapar.
Corrió con todas las fuerzas de su alma para irse de ahí, pero el payaso se percató. Herido y ciego por el rechazo de su amada la persiguió, la alcanzó y la mató justamente donde ahora se encuentran los baños... después se suicidó.
Ahora cuentan que el espíritu del payaso vaga por los baños, tomando venganza contra los niños (a manera simbólica, pues pensaba que la bailarina lo rechazaba por ser payaso) pero el alma de la dulce bailarina los protege.